La cajeta es mucho más que un simple dulce. Esta rica y espesa preparación, elaborada a base de leche de cabra y azúcar, ha conquistado paladares a lo largo de generaciones, convirtiéndose en un ícono de la gastronomía mexicana. Originaria de Celaya, Guanajuato, la cajeta no solo destaca por su sabor inigualable y textura aterciopelada, sino también por su versatilidad en la cocina y su capacidad de evocar recuerdos de la infancia y tradiciones familiares. En este artículo, exploraremos la historia y los usos culinarios de este emblemático dulce mexicano.
Historia de la cajeta
La cajeta tiene una historia arraigada en la cultura de México. Su origen se remonta al siglo XVII en la ciudad de Celaya, en el estado de Guanajuato. Se cree que la cajeta fue creada por monjas españolas que llegaron a México durante la época colonial y adaptaron sus recetas a los ingredientes locales, en este caso, utilizando leche de cabra en lugar de leche de vaca, que era más común en Europa.
El nombre “cajeta” proviene de la pequeña caja de madera en la que originalmente se almacenaba y vendía este dulce. Estas cajas eran ideales para mantener la cajeta en buen estado durante largos periodos, lo que permitía su transporte y comercialización en diversas regiones del país. La tradición de guardar la cajeta en estas cajas perdura, aunque hoy en día también se encuentra en frascos de vidrio y otros envases modernos.
Durante el siglo XIX, la cajeta ganó popularidad no solo en México, sino también en otras partes de América Latina. Su fama se debió a su delicioso sabor y a su versatilidad, ya que podía consumirse sola, como acompañamiento de otros postres o como ingrediente en diversas recetas.
La Revolución Mexicana (1910-1920) también jugó un papel en la difusión de la cajeta. Los soldados que luchaban en la revolución la llevaban consigo como un alimento energético y duradero. A medida que se movían por diferentes regiones, la cajeta se hizo conocida y apreciada en más lugares.
Hoy en día, Celaya sigue siendo el epicentro de la producción de cajeta y la ciudad celebra este dulce con festivales y ferias. La cajeta ha evolucionado en sus presentaciones y sabores, incluyendo variedades como la cajeta quemada (similar a la cajeta tradicional, pero cocida más tiempo), la cajeta envinada (cajeta tradicional con ron o brandy) y la cajeta con nueces (cajeta tradicional con nueces picadas), pero siempre manteniendo su esencia tradicional.
Propiedades nutricionales de la cajeta
La cajeta, a pesar de ser un dulce delicioso y muy apreciado, tiene propiedades nutricionales que deben ser consideradas tanto por su valor energético como por su contenido en macronutrientes y micronutrientes. Elaborada principalmente a partir de leche de cabra y azúcar, la cajeta ofrece una fuente considerable de energía, lo cual la convierte en una opción popular para proporcionar un rápido impulso de vitalidad.
Una porción típica de cajeta contiene una cantidad significativa de carbohidratos, principalmente en forma de azúcares simples. Estos azúcares son fácilmente absorbidos por el cuerpo, proporcionando energía inmediata. Sin embargo, debido a su alto contenido de azúcar, es importante consumirla con moderación para evitar un exceso de calorías, que podría contribuir al aumento de peso y otros problemas de salud relacionados con el consumo excesivo de azúcar, como la diabetes tipo 2.
La leche de cabra, uno de los ingredientes principales de la cajeta, aporta proteínas y grasas. La proteína de la leche de cabra es de alta calidad, conteniendo todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para el mantenimiento y la reparación de tejidos. Las grasas presentes en la cajeta incluyen tanto grasas saturadas como insaturadas. Aunque las grasas saturadas deben ser consumidas con moderación, las grasas insaturadas pueden ser beneficiosas para la salud cardiovascular cuando se consumen en cantidades adecuadas.
Además de los macronutrientes, la cajeta también contiene varios micronutrientes provenientes de la leche de cabra. Entre estos se incluyen calcio, fósforo y potasio, minerales esenciales para la salud ósea y muscular. El calcio es particularmente importante para mantener huesos y dientes fuertes, mientras que el fósforo juega un papel crucial en la formación de huesos y dientes, y el potasio es vital para la función muscular y la regulación de la presión arterial.
La cajeta también puede contener pequeñas cantidades de vitaminas como la vitamina A y algunas del complejo B, derivadas de la leche de cabra. La vitamina A es importante para la salud visual, el sistema inmunológico y la piel, mientras que las vitaminas del complejo B son esenciales para la producción de energía y el funcionamiento del sistema nervioso.
Cómo hacer cajeta: receta tradicional
La cajeta, con su rica y cremosa textura, es un ingrediente versátil que puede transformar cualquier postre en una delicia irresistible. Este dulce tradicional mexicano ha sido una joya de la gastronomía mexicana durante siglos, deleitando a generaciones con su sabor inigualable. En esta sección, te damos una receta para hacer cajeta casera y exploraremos diversas formas de incorporar la cajeta en tus recetas favoritas. Prepárate para sorprender a tu paladar y a tus seres queridos con estas exquisitas creaciones que celebran la versatilidad y el encanto de la cajeta.
Ingredientes para hacer cajeta
Para hacer cajeta casera, deberás contar con los siguientes ingredientes:
- 1 litro de leche de cabra (preferiblemente)
- 2 tazas de azúcar
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 rama de canela (opcional)
- 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
Receta de cajeta paso a paso
Elaborar cajeta en casa es muy sencillo y te lo vamos a demostrar con estos pasos:
1. Preparación inicial
En una cacerola grande de fondo grueso, mezcla la leche de cabra y el azúcar. Puedes agregar la rama de canela si deseas darle un sabor adicional.
2. Cocción inicial
Lleva la mezcla a fuego medio-alto y revuelve constantemente con una cuchara de madera para disolver el azúcar. Esto ayudará a evitar que se pegue al fondo de la cacerola.
3. Cocción lenta y espesamiento
Cuando la mezcla comience a hervir, reduce el fuego a bajo para mantener un hervor suave. Continúa cocinando a fuego lento, removiendo ocasionalmente para evitar que se forme una capa gruesa en la parte superior.
Después de aproximadamente 30 minutos de cocción, añade el bicarbonato de sodio. Esto ayudará a acelerar el proceso de caramelización y a darle a la cajeta su color y sabor característicos.
Continúa cocinando a fuego lento durante 1.5 a 2 horas más, o hasta que la mezcla se reduzca a aproximadamente la mitad y tenga una consistencia espesa similar a la de un jarabe. Recuerda seguir removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue.
Una vez que la cajeta haya alcanzado la consistencia deseada, retira la rama de canela si la usaste y añade el extracto de vainilla si lo prefieres. Mezcla bien para incorporar.
4. Enfriamiento y almacenamiento
Deja que la cajeta se enfríe a temperatura ambiente antes de transferirla a frascos de vidrio esterilizados o recipientes herméticos. Guárdala en el refrigerador, donde se conservará bien durante varias semanas.
Combinación de la cajeta con otros dulces
La cajeta es un dulce muy versátil, y puede ser consumida sola o acompañando a otros dulces. Para darte algunas ideas, aquí te dejamos algunos de los platos que puedes crear partiendo de la cajeta:
Obleas con cajeta: dos obleas finas rellenas de cajeta. Un dulce tradicional mexicano fácil de preparar y delicioso.
Empanadas de cajeta: masa de empanada rellena de cajeta y horneada hasta dorarse. Un dulce portátil y delicioso.
Galletas de cajeta: galletas suaves y masticables rellenas o bañadas con cajeta. Perfectas para acompañar con café o té.
Atole de cajeta: bebida caliente y reconfortante hecha con masa de maíz, leche y cajeta. Ideal para los días fríos y como acompañamiento de tamales o pan dulce.
Pastel de cajeta: pastel de vainilla o chocolate con capas de cajeta en su interior y como cobertura. Una opción deliciosa para celebraciones y ocasiones especiales.
Flan de cajeta: flan tradicional bañado con cajeta. La cajeta se añade al caramelo o como cobertura, dándole un sabor único al flan.
Churros con cajeta: churros fritos y crujientes servidos con cajeta para mojar. Una combinación clásica que es muy popular.
Panqueques con cajeta: panqueques esponjosos bañados en cajeta, ideal para un desayuno dulce y energizante.
Helado con cajeta: helado de vainilla o cualquier sabor favorito, coronado con una capa de cajeta tibia y nueces picadas. Un postre frío y delicioso.
Crepas de cajeta y plátano: crepas delgadas rellenas de cajeta y rebanadas de plátano. Se pueden doblar o enrollar para un postre elegante y sabroso.
Además de hacer estos dulces tradicionales en casa, también puedes adquirirlos en la gran cantidad de dulcerías repartidas por todo México. ¡Te invitamos a descubrirlas!